Desde Aceites Casablanca, ofrecemos al árbol los mejores cuidados, verificados por análisis periódicos y dotando nuestras tierras y nuestros árboles de lo necesario en cada momento, lo que se traduce en un fruto sin estrés, que provoca un aumento en la calidad del aceite obtenido.
El proceso de labrado del olivo se realiza mediante labores tradicionales de labranza, combinados con las técnicas más modernas, aportando al olivo los nutrientes necesarios de la forma más ecológica.
Se aportan además de los abonados necesarios en cada momento, materia orgánica a partir de estiércol animal; aportamos también los restos de poda de los olivos en el proceso de poda, picados y triturados. Además, se realizan periódicamente análisis de hoja para controlar los parámetros del olivo y que no presente ninguna carencia, que pueda provocar alteraciones en el árbol.