Olivicultura

Descubre el arte de la olivicultura: el secreto está en los detalles

Amamos lo que hacemos

En nuestras fincas en Jaén, honramos el legado de nuestros antepasados al tratar los olivos con el mismo esmero que ellos empleaban. Aprovechando las nuevas tecnologías, brindamos a cada árbol los cuidados necesarios para asegurar que desarrollen su fruto en condiciones óptimas. Este compromiso se refleja en el estado excepcional de nuestros olivos y en la calidad inigualable de nuestros aceites de oliva virgen extra.

Materia orgánica aportada como abono

Desde Aceites Casablanca, ofrecemos al árbol los mejores cuidados, verificados por análisis periódicos y dotando nuestras tierras y nuestros árboles de lo necesario en cada momento, lo que se traduce en un fruto sin estrés, que provoca un aumento en la calidad del aceite obtenido.

El proceso de labrado del olivo se realiza mediante labores tradicionales de labranza, combinados con las técnicas más modernas, aportando al olivo los nutrientes necesarios de la forma más ecológica.

Se aportan además de los abonados necesarios en cada momento, materia orgánica a partir de estiércol animal; aportamos también los restos de poda de los olivos en el proceso de poda, picados y triturados. Además, se realizan periódicamente análisis de hoja para controlar los parámetros del olivo y que no presente ninguna carencia, que pueda provocar alteraciones en el árbol.

Analisis de aceite casablanca - AOVE
Authentic Tradition

Trata bien la naturaleza, ella te compensará

La recolección

La recogida del fruto ha de hacerse con baja temperatura, para que este no empiece a madurar, por lo que es importante escoger bien el día que se va a llevar a cabo la recolección, o incluso por la noche.

Se transporta en remolques pequeños y se evita el recalentamiento del fruto. Para ello el tiempo de transporte entre la finca y el molino es de 20’. Desde que se carga hasta la obtención del aceite, pasará aproximadamente una hora.

El proceso de molturación, se hace a baja temperatura y sin apretar la masa excesivamente. Con esto conseguimos no calentar la masa para no provocar la pérdida de polifenoles y provocar que pasen al aceite sabores de hueso u otros indeseados.

A partir de ahí se deja el aceite almacenado en un depósito de acero inoxidable para que repose, eliminando impurezas hasta que es envasado. En este proceso se controla totalmente la temperatura del aceite para evitar cambios bruscos de temperatura que puedan alterar las condiciones del mismo.

Previa y posteriormente al proceso de molturación del aceite, se limpian todos los elementos que intervienen en el proceso, como molinos, batidoras, tuberías, decantes y demás.

Mantona con aceituna durante la recolección
Nuestro aceite 1

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